martes, 9 de noviembre de 2010

Refugio aviar

Desde pequeños ni mi hermano ni yo hemos tenido mascotas debido a la alergia y al rechazo que les tenía mi madre. Veíamos a otros niños felices con sus hámsters, tortugas, perros o incluso gusanos de seda y nos corroía la envidia.

Sin embargo hubo excepciones y se nos dejaba tener pájaros heridos o crías de los anteriores, perdidas y/o desorientadas. En una ocasión fue un pájaro que se coló por la ventana, se enredó en la cortina y casi se abre la cabeza tratando de salir por el cristal de la ventana.

Para que los pájaros se recuperaran y no murieran de inanición, la primera dieta que les poníamos era pan de molde bañado en leche. Se cogían pedacitos y se los acercábamos al pico. una vez hubieran recuperado algo de fuerza con la mezcla, cazábamos insectos para dárselos de comer.

En la última fase, les soltábamos en el salón y si eran capaces de volar, era el momento de dejarles en libertad.
Desde pequeños ni mi hermano ni yo hemos tenido mascotas, pero si varios pacientes a los que cuidar.

2 comentarios:

  1. Habeis tenido suerte y más los animalillos que de una forma u otra han llegado a vuestras manos, la experiencia me dice que sobreviven un porcentaje bajo, espero que no hayais desequilibrado algún nicho ecologico con vuestra actuación, es broma, y los valores cambian, hasta hace cuarenta años o quizás menos, eran proteina y como tal ascendian en la piramide nutricional.

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  2. Ese era el plan B, sino sobreviven pájaro que no vuela a la cazuela XP

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