Había que hacer una metáfora sobre Madrid y la cultura, pero me entere un poco mal y use 3 recursos literarios distintos.
Metáfora:
Madrid, crisol de culturas cuna de uniones.
Personificación:
Madrid, nacida del barro, crecida en la guerra y madurada en la cultura.
Comparativa, usando hechos biblicos:
Tomó el rey una formada aldea de barro como inicio de su obra. Como la veía pequeña la dió piedras de ciudades vecinas y se formó un pueblo. Sus habitantes tuvieron que trabajar con el sudor de su frente para levantarlo y hacerle crecer. Las personas se multiplicaron, el pueblo creció y se convirtió en ciudad, que aguntó viento y marea. Aún así hubo mezcla de lenguas y culturas que separaron a la población, aunque después se volvieran a reunir. Fue conquistada y sometida, al cabo del tiempo la ciudad fue liberada del yugo y avanzó creciendo hasta ser la capital prometida.
La similitud con la biblia me abtuma, veo mi futuro sudando y sudando con 80 años y trabajando sin pensión de jubilación y todo por dos cretinos que se comieron una manzana, si fuera un bombon aún pero una manzana hay que tener ganas...
ResponderEliminarMetáfora:
ResponderEliminarMadrid, crisol de culturas cuna de uniones.
Voy a resumir como nació Madrid en el año 856, el emir de Córdoba, mandó construir una fortaleza, donde convivían pacíficamente árabes y mozarabes,
Loa árabes la llamaban Mayrit y los cristianos Magerit, de la unión de dos palabras surgio MADRIT.
Se me ha olvidado comentar que en la personificación que da Resurgimiento sobre Madrid, es real, respecto a la maduración en la cultura así seguimos con la historia.
ResponderEliminarEn el año 995 la cultura árabe florece en Madrid, destacando las sietes escuelas de astronomía que hay en la villa. De entre los científicos se destaca, por su prestigio, el astrónomo y matemático Abu-L-Qasim Maslama, llamado el Madrileño.
Efectivamente durante el siglo X en Madrid, los sabios musulmanes realizan estudios de medicina, química, matemáticas y astronomía en las siete escuelas de astronomía de la Villa, al mimo tiempo que cultivan la poesía, profundizan en el estudio de la historia y de las leyes.
ResponderEliminarTal vez una de las curiosidades más bonitas de la ciudad, ya que va unido a la belleza y riqueza de una tierra muy rica en aguas. A pesar de que su río Manzanares no es gran cosa, los subsuelos de la ciudad están recorridos por bastantes arroyos y afluentes que han quedado encajonados bajo el pavimento.
ResponderEliminarPaseo de la Castellana, arroyo Leganitos, Caños del Peral… Por ese motivo cuando llegaron los árabes encontraron un lugar que era conocido como “Matrice”, nombre ya anterior a los visigodos
y que significaba algo así como “madre de las aguas”. Los árabes añaden el sufijo “¡t” (lugar) a la palabra “mayra” (matriz), dando lugar a la palabra Mayrit o Magerit. Los cristianos continúan con esta denominación que acaba deviniendo en Madrid o Madriz.
Jajaja un ejercicio de figuras literarias, se ha convertido en una clase de historia ^^. Es bastante interesante los cambio sufridos por Madrid con el paso del tiempo
ResponderEliminarHola Resurgimiento:
ResponderEliminarYo voy a publicar una leyenda de Madrid para incorporar algo más: esta la he visto en un blogs sobre Madrid y ahi va:
LAS CAMPANAS DE LA IGLESIA DE SAN PEDRO EL VIEJO EN MADRID
Los ciudadanos madrileños del siglo XVI, no se explicaban cómo podía haber una campana tan grande en lo alto de la torre de la iglesia de San Pedro el Viejo...??????
¿La habeís visto entrar en internet y la vereis?
Los vecinos del lugar hablan de una extraña leyenda, según la cual, los obreros que estaban encargados de elevar la campana a lo alto del campanario, al no saber cómo hacerlo (por lo grande que era la campana), la dejaron en el suelo y se fueron a casa para pensar cómo subirla.
La sorpresa viene cuando a la mañana siguiente se empieza a escuchar el ruido de unas campanas, que evidentemente eran las del campanario de la iglesia de San Pedro el Viejo. Nadie se explicaba cómo pudo subir la campana a lo alto del campanario, ni quién o quiénes fueron los artífices de esta hazaña.
Mola, no me lo sabia
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