viernes, 10 de diciembre de 2010

Viernes 10/12/10

Hoy puse la pajarita aleteadora:


Hemos empezado la clase con un ejercicio de escuchar, primero el ruido de fuera (gentío), luego el de dentro (agua cayendo... algun radiador, espero). Nuestro ruido interno (los latidos del corazón) y por último dejar la mente en blanco.
Por lo demás había que hacer una metáfora sobre Madrid y se nos ha dado un texto para hacer 9 variaciones de estilo.
El libro perdido
Una oscura silueta atravesó el parque. Llevaba consigo un libro de aspecto viejo. Lo depositó en un banco. La fuerza del viento hizo que se abrieran y pasaran las páginas. En el momento en el que se cerró, una de ellas quedó doblada.
Por la mañana, una joven recogió el libro. Se llamaba Carolina e iba de camino hacia el colegio. Cuando el profesor impartía clase, el libro cayó al suelo y llamó la atención de él. Lo abrió y, para su sorpresa, las hojas estaban en blanco. Resultó que la última se encontraba doblada, con palabras sueltas sin sentido aparente.
Los alumnos se preguntaban por qué estaba vacío y cuál era el sentido de su existencia. Carolina propuso que, al no haber escritura alguna, se inventara una historia a través de las frases de cada uno de ellos.
Al acabar las clases, y esta vez con el libro a medio escribir, Carolina vio un árbol que le resultó llamativo. Decidió situarlo a su lado.
Poco a poca, muchas manos humildes continuarían las frases que habían encontrado en el libro, convirtiéndolas en una historia: la historia del pequeño libro perdido.

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